Haz el bien y se
multiplicara por si mismo
En el Año 1987 después de muchos exámenes,
estudios de laboratorio y consultas con médicos especialistas en urología pediátrica nos dijeron que wilmer necesitaba una
operación de reimplante te uréteres para tratarle un reflujo renal, así que lo ingresamos en El Hospital Pediátrico J.M.
De Los Ríos en San Bernardino Caracas, como la fecha de ingreso estaba cerca de
la fecha de mis vacaciones, hice los arreglos en recursos humanos para que las
adelantaran y coincidieran y así poder ir a
diario al hospital para acompañar a Emilia y Wilmer, la estadía allí se hizo
prolongada mientras se hacían los exámenes y estudios pertinentes, así que Emilia se hizo amiga de varias de las señoras
que allí estaban con sus hijos, en ese
piso estaba un niño que tenía una traqueotomía y había sido abandonado allí por mas un año y se
hizo amigo de wilmer y jugaba con él le hacía
algunas compras a Emilia y lo cuidaba cuando Emilia bajaba comprar comida o
cualquier otro artículo, yo también me hice su amigo y con frecuencia le
compraba de comer, caramelos, galletas y bebidas como agradecimiento, aparte de
que lo respetaba como persona.
Durante los 21 días de mis vacaciones estuve viajando a Caracas a
diario, cuando se terminaron solo podía ir los días que tenia de descanso, salía
de Cagua a las 4:30 am para abordar el primer autobús de la ruta San Juan -
Caracas y así poder estar a las puertas del
hospital a la hora en que las abrieran a las 7:00 am y salía del hospital a las
4:30 PM cuando terminaba la visita me iba hasta el terminal del Nuevo Circo y tomaba
una auto bus entre las 5:30 PM y las 6:00 PM aproximadamente para llegar a
Cagua a las 9:00 de la noche.
Como no estaba permitido pasar a área del hospitalización hasta la hora del visita a las 3:30 PM yo me movía
por el área del consulta y entraba por las escaleras a la mezzanina (un piso de
servicio entre la PB y el 1°piso) y desde allí podía entrar al área de hospitalización por el 3° piso y poder ver a Emilia y Wilmer.
La amistad con aquel niño creció durante los 50 días que estuvo Wilmer en el
hospital y el pasaba mucho más tiempo con Wilmer y fue quien los asistió por
los otros treinta días que estuvieron allí, siempre atento y dispuesto a
ayudar, cuando nos enteramos de la fecha en que darían de alta a Wilmer, Emilia
y yo estuvimos del acuerdo en hacerle una gran regalo el día que nos fuéramos
del hospital así que le compre 2 pantalones, 2 camisas,
4 interiores, 6 pares del medias y 1 par del zapatos y los coloque en una caja
y lo envolví como un gran regalo.
Por fin llego la llamada yo
estaba trabajando y faltaban cerca de 3 horas para terminar mi turno, corrí hasta las
oficinas y le pedí al supervisor que me hiciera un permiso para salir del
inmediato hacia Caracas a buscarlos, en 10 minutos estaba en casa dándome un baño,
me vestí a toda prisa, y salí a la carrera busqué un taxi y a las 2:20 PM estaba en Caracas con el
regalo en una gran bolsa, mientras esperamos a que estuvieran listos los
documentos Emilia me pregunto si ese era el regalo, cuando ya todo estuvo listo
lo llamamos para despedirnos y cuál no sería su cara a ver la gran sorpresa,
pregunto .
-¡ES PARA MI!- preguntó
Y respondimos.-Si-. Lo tomó y lo abrió rápidamente voto unas lagrimas, lo abrazamos y nos despedimos del él. pero nos
acompaño hasta le salida. Conversamos y le dimos muchos consejos.
Tiempo después cuando volvimos a consulta
subimos a verlo y no lo encontramos, preguntamos por él y nos dijeron que 2 semanas después que nos fuimos, una del sus abuelas
había ido a buscarlo. Siempre recuerdo este pasaje en que mi vida se cruzo con
este pequeño que nos dio tanta ayuda y nos dejo también ayudarlo y estoy seguro
que por esa ropa que le dejamos no nos olvido jamás.
Las ilustraciones son solamente demostrativa y nada
tienen que ver con la historia aunque son muy parecido a como se veía el hospital J.M. de los Ríos en la década de los
ochentas